La gramática de la fantasía
Gianni Rodari
En este
maravilloso texto Gianni Rodari nos quiere mostrar la importancia de escribir y
fantasear, además mostrarnos que podemos lograr escritos de cuentos animados,
llevando nuestra imaginación más allá de acciones comunes. Además, tomando
todas estas como herramientas fundamentales para el trabajo con niños y por qué
no incluso con adultos, pues nunca estamos demasiado viejos para soñar y
fantasear.
Ejercicio
de Rodari – Propuesta: ¿Qué pasaría si…?
Según
Rodari la técnica de las «hipótesis fantásticas» es
muy simple. Esta debe responde a la pregunta “¿qué pasaría si…? Pero
para poder formular la pregunta se deben escoger al azar un sujeto y un
predicado, con eso al unirlo se puede trabajar la hipótesis.
A
continuación, esta el resultado de la actividad que yo misma realice.
Un fin de semana en el campo
Un día
de fin de semana, Camila, una hermosa niña de diez años, salió a pasear con sus
padres y hermanos a la finca que tenían en un pueblito muy lejano llamado
Cananivo, la niña se encontraba muy emocionada, pues a ella le gustaba viajar
con su familia a este hermoso lugar, la niña de decía a sus padres que cuando
se encontraba allí, encontraba paz, lograba encontrase con los animales y la
naturaleza.
El
camino fue un poco largo, sin embargo, luego de varias horas, la familia llega
a la finca, allí se encontraban sus abuelos, los niños se pusieron muy felices
de volver a ver a Asus abuelitos.
Sin
embargo, Camila tenía un motivo más para estar feliz.
En la
finca tenían varios animales, entre ellos, vacas, perros, pollos, gallinas y
caballos. A Camila la emocionaba mucho pensar en que cada mañana, muy temprano,
llegaban algunos trabajadores a ordeñar las vacas y a recoger todos los huevos
que habían puesto las gallinas.
Así que
Camila al ver que ya se estaba haciendo de noche, se despidió de sus padres,
sus abuelos y sus hermanos y se fue a dormir.
Al otro
día muy temprano, cuando los gallos empezaron a cantar, Camila se levantó y
empezó a alistarse para poder ayudar a los trabajadores a recoger los huevos y
ordeñar las vacas.
El
señor Eduardo, era el jefe de los trabajadores, al ver a Camila tan temprano se
sorprendió y le dijo “señorita aun esta muy temprano, puede dormir un ratico
más” Camila le respondió “No, señor Eduardo. He madrugado por que quiero
ayudarlos en sus trabajos”. El señor Eduardo sonrió.
Se
dirigieron hacia donde se encontraban las gallinas, recogieron entre todos
alrededor de 200 huevos. Al terminar fueron hacia donde se encontraban las
vacas, allí empezaron a ordeñarlas, al terminar el señor Eduardo les dijo que
debían traer el desbrumitilizador. Cuando el señor Eduardo dijo eso, Camila se sorprendió,
no sabia de que le estaban hablando, los demás trabajadores al ver su cara
soltaron una carcajada y Camila se sonrojo.
Uno de
los trabajadores le dijo a Camila “No te preocupes pequeña. Ven aquí te
mostrare que es un desbrumitilizador”.
El
trabajador le mostro a Camila que el desbrumitilizador era una maquina la cual
le quitaría con mayor facilidad la nata a la leche.
Camila
mostro la sorpresa pues primero nunca había escuchado que eso existiría y
además su nombre le había producido un poco de angustia, ella había imaginado
que esto sería como algún tipo de anestesia para las vaquitas.
Cuando
empezaron a quitarle con el desbrumitilizador la nata a la leche que habían
recogido, no se habían dado cuenta que les había saltado una piedra en el
recipiente. Así que cuando pasaron la máquina, hizo un sonido muy feo y quedo
sin funcionamiento, Camila se asustó pensando que ella había hecho algo mal
para que la maquina se dañara, la empezaron a revisar, pero no encontraban
nada.
Así que
Camila empezó a preguntas
¿Qué
pasaría si nunca más vuelve a funcionar?
¿Qué
pasaría si el desbrumitilizador tuyo un daño muy grabe?
¿Qué
pasaría si mis abuelos se enteran de que la he dañado yo?
Uno de
los trabajadores le dijo a Camila, toma todo con calma, hasta ahora estamos
mirando que paso y seguramente si se dañó, ¡tendrá arreglo!
Mientras
los trabajadores intentaban arreglar el desbrumitilizador, Camila salió con sus
hermanos a caminar, y por todo el camino vea letrero en donde de decían:
“necesitas sacar la nata de la leche que ordeñas, aquí te tenemos el mejor
desbrumitilizador, y lo mejor a muy buen precio” Camila solo pensaba en lo qué
pasaría si el desbrumitilizador de sus abuelos se habría dañado para siempre.
Camila
al ver como esta maquina ayudaba tanto a las personas que hacían estas labores,
solo quería que saliera bien para que nos les tocara tanto trabajo. Y al ver
que era tan necesario, les dijo a sus abuelos que debían comprar muchos de
estos para vender y ayudar a las demás personas, y así lo hicieron sus abuelos.
Hola Tatiana.
ResponderEliminarMe parece muy interesante tu trabajo, además la fantasía al momento de escribir nos lleva a soñar, a crear lo que nosotros deseamos. Es muy bonito poder escribir, ya que nos da habilidades en este campo y también nos hacemos creadores.
La fantasía en la escritura es mágica, porque transforma cualquier realidad.
Rodari afirma que la Gramática de la Fantasía; No es ni una teoría de la imaginación infantil ni un libro de recetas, sino una propuesta, como otras ya existentes, a considerar, que insiste en la necesidad de enriquecer de estímulos el ambiente en que el niño se desenvuelve (casa, escuela, etc.).
ResponderEliminarRodari nos invita a cultivar en muchas direcciones la función creadora de la imaginación . Las fábulas (escuchadas o inventadas) no son el «único» instrumento útil al niño. El libre uso de todas las posibilidades de la lengua no es más que una de tantas direcciones en que la inteligencia del niño puede expandirse. Todo sirve. La imaginación del niño, si se la estimula para que invente palabras, se aplicará sobre todos los aspectos de la experiencia que desafíen su capacidad creadora. Las fábulas sirven a la matemática, como la matemática sirve a las fábulas. Sirven a la poesía, a la música, a la utopía, al compromiso político..., en una palabra: al hombre. Sirven...
El juego es un instrumento de la función creadora de la imaginación; el juego no es un simple recuerdo de impresiones ya vividas, sino su reelaboración creadora; un proceso a través del cual el niño combina los datos que le aporta la experiencia, para construir una nueva realidad más adaptada a su innata curiosidad y a sus necesidades inmediatas. Justo porque la imaginación «construye» en base a elementos tomados de la realidad (por esto el adulto es capaz de «construcciones» más grandes) es necesario que el niño, para nutrir su imaginación y aplicarla a tareas adecuadas, crezca en un ambiente rico en impulsos y estímulos, en todas direcciones.
La creatividad es sinónimo de «pensamiento disidente», es decir de «rompimiento de esquemas». «Creativa» es la mente que trabaja continuamente, siempre dispuesta a hacer preguntas, a descubrir problemas allí donde los demás encuentran respuestas satisfactorias, capaz de juicios autónomos e independientes (incluso de los del padre, de la sociedad), que rechaza la codificación, que recicla objetos y conceptos, sin dejarse influir por los conformistas.
Todas estas cualidades se manifiestan en el proceso creativo; Marta Fattori nos dice que todos podemos ser «creativos», con la condición de que no vivamos en una sociedad represiva, en una familia represiva, en una escuela represiva... Con estas premisas, resulta posible una educación que fomente la «creatividad».